UN ESPACIO PARA CRECER

La adolescencia es la etapa donde los sentimientos se confunden, comienzan las interrogantes que son muestra de la necesidad del adolescente para identificarse con algo o alguien y así tomar como referencia modelos como mamá, papá, amigos, artistas y más.

Un joven que no es bien orientado, ya sea por el entorno fam


Sin embargo, existen alternativas que permiten a los adolescentes potencializar habilidades y optimizar el tiempo, integrar un grupo juvenil es una de ellas. Según el psicólogo clínico Alexis Galindo, el incremento de la seguridad, autoestima, capacidad de generar nuevos proyectos, habilidad en la oratoria y la resolución de conflictos con mayor facilidad, son parte de los impactos psicológicos de quienes los integran.iliar o educativo, puede tener dificultades para discernir entre lo bueno y lo malo.

Los grupos juveniles no tienen fronteras para posicionarse en el mundo. Unos poseen bases cristianas, otros practican labor social y entretenimiento. Por ejemplo Juventud Idente, presente en 19 países y fundada por el español Fernando Rielo Pardal, es una organización que busca la vivencia de valores, sin exclusión de creencias. Así como este existen otros orientados a diversas labores.

La mayor motivación para integrar un grupo es sentirse aceptado, debido a que el ser humano es un ente social por naturaleza, no puede vivir solo y aislado, “por lo tanto los jóvenes empiezan a darse cuenta que es imprescindible ingresar a un grupo social para ser admitido en el medio”, dijo Alexis Galindo.


Encuestas realizadas en Ibarra a jóvenes de 17 a 22 años, muestran que para un 30% la mayor motivación de pertenecer a un grupo es la influencia de amigos, mientras que el 28% afirmó que ingresó por convicción propia.

Según la revista centroamericana de los Jóvenes Sin Fronteras JSF, el grupo juvenil con base en valores es una respuesta a la sed que tiene el joven de afirmarse personal y socialmente. “Me ha ayudado a amarme para poder amar a los demás”, señaló Valeria Rosero, integrante del grupo juvenil “Salvyfide”, término latín que significa salvados en la fe.Los resultados de los estudios del Departamento de Psicología Social de la Universidad Autónoma de Madrid realizados en el 2008, aplicados a 285 varones y 311 mujeres, de entre los 14 y 25 años, con diferente grado de implicación en la conducta violenta, muestran que el grupo es un espacio de aceptación y participación pero no solo basta con agruparse, la orientación del joven marca su camino.

El 26 % de jóvenes aducen que el mayor beneficio de participar en los grupos es la educación en valores, mientras que el 21% indica que la cantidad de experiencias de vida que han podido compartir es lo mejor.

El adolescente se integra más al grupo de pares (igual edad) que al entorno familiar. “Me ayuda a ver que no estoy sola” dijo Valeria Rosero; y es que no se trata de una acción competitiva sino cooperativa, es decir aquella en la que nadie puede conseguir el objetivo independientemente de los demás.

Música, danza y artes son algunas de las actividades que se practican dentro del grupo y permiten potencializar las habilidades de los jóvenes y adolescentes.

El Movimiento Juvenil Salesiano “MJS” es una red amplia de grupos y asociaciones juveniles, presentes en colegios, parroquias y universidades en alrededor de 120 países. Su misión es “formar buenos cristianos y honestos ciudadanos”, principio básico de la filosofía de San Juan Don Bosco. En Ecuador el MJS nació con un grupo de jóvenes en Quito en 1988, cuando se conmemoraban los 100 años de la muerte de Don Bosco.

Entre las actividades que realizan los integrantes juveniles, están las campañas de solidaridad, limpieza de parques, integración, visita a asilos de ancianos, hospitales, misiones y evangelización, basadas en cuatro dimensiones: humana, cristiana, sociopolítica y salesiana. “Los chicos desarrollan más su pensamiento, pueden enfrentarse a la realidad, crecen en conciencia y dinamismo social a través de la ayuda al prójimo”, afirmó el Sdb. Marcelo Chávez, coordinador del Movimiento Juvenil Salesiano en la zona norte.

Los Scouts con la filosofía de “dejar al mundo en mejores condiciones de las que se encontraron” cuentan con más de 30 millones de niñas, niños y jóvenes en alrededor de 60 países, enfocados a formar líderes juveniles. En Ibarra el Grupo Scout Giwell se formó hace 15 años. Quien pertenezca al grupo tendrá un estilo de vida diferente y promoverá energía, autonomía, actividad, responsabilidad y compromiso hacia el bien común.

La desconfianza en la juventud crece, pero muchos adolescentes no solo sueñan sino trabajan por un futuro mejor. En un grupo juvenil el joven más que rebeldía es un reto y una esperanza, dijo Marcelo Chávez.


Elaborado por:

Paola Rodríguez

Jaime Vizcaino

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